“Fue
como si un puente invisible a través de la ciudad de Génova, Suiza, permitiera
que dos fotones de luz, separados por poco mas de 11 kilómetros, respondieran simultáneamente
a estímulos aplicados a solo uno de ellos”.
El
experimento realizado en el año de 1997, ha demostrado la existencia de una conexión
que existe entre dos eventos cuánticos, “conexiones creadas de la nada”, que en
teoría pueden darse instantáneamente entre dos extremos del universo.
De
esta forma, de una partícula situada en el punto A, es posible transferir todas
las informaciones relativas a sus características físicas a otra partícula
situada en el punto B. Esta segunda partícula sufre una transformación y se
convierte en un doble perfecto de la partícula A.
El
experimento requirió controlar previamente la inestabilidad de los fotones, que
son las partículas elementales de las que se compone la luz. Para conseguir la
teletransportación, el equipo de físicos se valió de los así llamados fotones
gemelos.
A
través de una técnica conocida en inglés como “entanglement” (enredo),
consiguieron reproducir una copia idéntica de un fotón, y de esta forma
obtuvieron los fotones gemelos.
Cuando
esto se consigue, cualquier modificación que sufre uno de los fotones la reproduce
instantáneamente el otro, aunque esté a distancia del primero, una aportación
de la física cuántica que compromete la noción clásica de tiempo y de espacio.
El “entanglement”
o enredo
Lo que hacen en el experimento estos fotones gemelos es jugar el papel de terminales para la transmisión. Se coloca la partícula que se quiere teletransportar junto a uno de ellos y una serie de instrumentos miden los efectos de este encuentro cuántico.
La partícula que se pretende teletransportar se altera cuando se le sitúa junto a uno de los fotones gemelos y esta alteración es registrada instantáneamente por el otro fotón gemelo, que de esta forma se convierte en una copia idéntica de la primera partícula así verificada por los instrumentos de medición.
Lo que hacen en el experimento estos fotones gemelos es jugar el papel de terminales para la transmisión. Se coloca la partícula que se quiere teletransportar junto a uno de ellos y una serie de instrumentos miden los efectos de este encuentro cuántico.
La partícula que se pretende teletransportar se altera cuando se le sitúa junto a uno de los fotones gemelos y esta alteración es registrada instantáneamente por el otro fotón gemelo, que de esta forma se convierte en una copia idéntica de la primera partícula así verificada por los instrumentos de medición.
Dos principios básicos
Todo esto es posible porque en el mundo cuántico rigen leyes diferentes de las que conocemos en el universo cotidiano. Átomos, protones, neutrones y fotones se comportan de manera sorprendente para nuestros sentidos según dos principios.
El primer principio es el de superposición de estados: en contra de lo que ocurre en el mundo de los sentidos, los objetos cuánticos como los fotones pueden estar en dos estados diferentes a la misma vez, sin que pueda preverse de antemano en qué estado estaba antes de la medición.
El segundo principio que rige la física cuántica es el de incertidumbre formulado por Heisenberg, según el cual la mera observación de un sistema cuántico lo modifica de tal forma que impide que pueda ser conocido tal como es en realidad en el estado no observado.
Todo esto es posible porque en el mundo cuántico rigen leyes diferentes de las que conocemos en el universo cotidiano. Átomos, protones, neutrones y fotones se comportan de manera sorprendente para nuestros sentidos según dos principios.
El primer principio es el de superposición de estados: en contra de lo que ocurre en el mundo de los sentidos, los objetos cuánticos como los fotones pueden estar en dos estados diferentes a la misma vez, sin que pueda preverse de antemano en qué estado estaba antes de la medición.
El segundo principio que rige la física cuántica es el de incertidumbre formulado por Heisenberg, según el cual la mera observación de un sistema cuántico lo modifica de tal forma que impide que pueda ser conocido tal como es en realidad en el estado no observado.
Fuentes: