jueves, 9 de agosto de 2012

El motor de plasma VASIMR



Hace poco más de 30 años que nuestro compatriota, el científico y astronauta Frankling Chang, diseñó un motor a plasma con la finalidad de realizar viajes al espacio de manera más rápida y menos costosa. El motor es conocido como  motor de Magnetoplasma de Impulso Específico Variable conocido como VASIMR por las siglas de su nombre en inglés (Variable Specific Impulse Magnetoplasma Rocket). Actualmente el mismo se encuentra en fases de prueba en los laboratorios de Liberia y en Houston, Texas. ¿Saben cómo funciona?


Antes, conviene saber ¿qué es el plasma?

Plasma se le llama al cuarto estado de agregación de la materia. Sus características son propias, es decir, características que no se dan en los sólidos, líquidos o gases. El movimiento de los átomos aumenta con la temperatura logrando que en determinado momento la velocidad de colisión entre las partículas sea tan alta que se produzca un desprendimiento de electrones y se formen iones, de esta forma se genera el plasma. Un ejemplo común de plasma que vemos en la naturaleza son los rayos, en una tormenta eléctrica, donde las temperaturas ascienden a los 27 000ºC.

El plasma y su funcionamiento en el VASIMIR

El motor funciona de forma similar a la de un cohete químico tradicional, en el que, con ayuda de un combustible, se crea una explosión que viaja por la tubería del cohete y con ello produce la aceleración que hace que el vehículo se desplace. Sin embargo, en lugar de combustible, se acelera el plasma.

En la primera etapa del motor, que funciona a 30 kilowatts, se obtiene el plasma, al calentar gas argón con una antena de radiofrecuencia formando una sopa de iones a más de 50.000°C. En la segunda etapa, que trabaja a 170 kilowatts, con ayuda de otra antena se acelera el plasma para lograr la propulsión deseada del motor. No obstante, como el plasma es tan caliente, no existe un material capaz de contenerlo. En el diseño de Chang, un campo magnético se encarga de formar el recipiente para el plasma, pero debe ser un campo magnético muy potente que solo se logra usando magnetos superconductores que trabajan a la bajísima temperatura de -268° C. Así, en un espacio muy pequeño, deben convivir temperaturas extremas.





Por el momento se ha logrado que el motor funcione de manera estable por largos periodos de tiempo, llegando a las 100 horas. Se espera que a finales del 2014 el VASIMR realice las pruebas finales en la Estación Espacial Internacional (ISS). 





sábado, 4 de agosto de 2012

Influencia del pensamiento y la intención en la formación de cristales en el agua.


Varios experimentos han llegado a la conclusión de que los pensamientos y la intención se relacionan de alguna forma con el comportamiento de la materia. Uno de estos experimentos fue desarrollado por Dean Radin y Masuru Emoto. En sus experimentos se expuso al agua a diferentes tipos de mensajes y después las diferentes muestras de agua se congelaron produciendo la formación de cristales.


Experimentos realizados en el 2006 y 2008  prueban  la hipótesis de que el agua expuesta a las intenciones distantes afecta la estética de los cristales de hielo. Durante tres días, 1.900 personas en Austria y Alemania  centraron sus intenciones en relación con las muestras de agua ubicadas dentro de una habitación blindada electromagnéticamente en California.

Gotas de hielo formadas a partir de muestras de agua en las diferentes condiciones de tratamiento fueron fotografiadas por un técnico, cada imagen se evaluó por su belleza estética por más de 2.500 jueces independientes, y los datos resultantes se analizaron a su vez por personas ajenas al desarrollo del experimento.

Los resultados que han llegado a concluir Dean Radin y Masuru Emoto sugieren que la intención juega un papel importante en la apariencia estética de los cristales formados en las distintas muestras.  

Cada día son más las investigaciones y experimentos en física cuántica que nos dan indicios de que muchos fenómenos físicos pueden verse influenciados por el pensamiento y por el observador, si bien muchos por el momento no han sido acogidos abiertamente por la comunidad científica, estos plantean nuevos desafíos y amplían las incógnitas sobre el poder real de la mente humana en la creación de nuestra realidad. 

Más información:


viernes, 27 de julio de 2012

Conexiones no físicas entre dos partículas o eventos.


Experimento dirigido en el año 1997 por el Dr. Nicolas Gisin de la Universidad de Genova.

“Fue como si un puente invisible a través de la ciudad de Génova, Suiza, permitiera que dos fotones de luz, separados por poco mas de 11 kilómetros, respondieran simultáneamente a estímulos aplicados a solo uno de ellos”.

El experimento realizado en el año de 1997, ha demostrado la existencia de una conexión que existe entre dos eventos cuánticos, “conexiones creadas de la nada”, que en teoría pueden darse instantáneamente entre dos extremos del universo.
De esta forma, de una partícula situada en el punto A, es posible transferir todas las informaciones relativas a sus características físicas a otra partícula situada en el punto B. Esta segunda partícula sufre una transformación y se convierte en un doble perfecto de la partícula A. 

El experimento requirió controlar previamente la inestabilidad de los fotones, que son las partículas elementales de las que se compone la luz. Para conseguir la teletransportación, el equipo de físicos se valió de los así llamados fotones gemelos. 

A través de una técnica conocida en inglés como “entanglement” (enredo), consiguieron reproducir una copia idéntica de un fotón, y de esta forma obtuvieron los fotones gemelos. 
Cuando esto se consigue, cualquier modificación que sufre uno de los fotones la reproduce instantáneamente el otro, aunque esté a distancia del primero, una aportación de la física cuántica que compromete la noción clásica de tiempo y de espacio. 

El “entanglement” o enredo

Lo que hacen en el experimento estos fotones gemelos es jugar el papel de terminales para la transmisión. Se coloca la partícula que se quiere teletransportar junto a uno de ellos y una serie de instrumentos miden los efectos de este encuentro cuántico.
La partícula que se pretende teletransportar se altera cuando se le sitúa junto a uno de los fotones gemelos y esta alteración es registrada instantáneamente por el otro fotón gemelo, que de esta forma se convierte en una copia idéntica de la primera partícula así verificada por los instrumentos de medición.

Dos principios básicos

Todo esto es posible porque en el mundo cuántico rigen leyes diferentes de las que conocemos en el universo cotidiano. Átomos, protones, neutrones y fotones se comportan de manera sorprendente para nuestros sentidos según dos principios.

El primer principio es el de superposición de estados: en contra de lo que ocurre en el mundo de los sentidos, los objetos cuánticos como los fotones pueden estar en dos estados diferentes a la misma vez, sin que pueda preverse de antemano en qué estado estaba antes de la medición.

El segundo principio que rige la física cuántica es el de incertidumbre formulado por Heisenberg, según el cual la mera observación de un sistema cuántico lo modifica de tal forma que impide que pueda ser conocido tal como es en realidad en el estado no observado.

Fuentes:

sábado, 7 de julio de 2012

Los "Supertrees" de Singapore!


Los "Supertrees" de Singapore!

Los Supertrees son jardines verticales entre 25 y 30 metros de alto.

Estas estructuras se transforman en una figura icónica dentro del paisaje de Singapore. Consisten básicamente en unas torres solares que acumulan luz solar a través de paneles fotovoltaicos para transformarla en electricidad (se espera que satisfagan un 30% de la demanda eléctrica de Singapur) y además tienen la función de recoger agua de lluvia. 

Imitan un largo tronco que se ramifica en la parte superior para formar una especie de copa, y a lo largo de toda su altura llevan una cubierta vegetal que forma un auténtico jardín vertical de cientos de miles de plantas.